miércoles, 26 de marzo de 2008
¿CONTINUARAN LAS GLUGLUVACACIONES?
En 1990 dimos inicio a un sueño: Realizar un plan vacacional a la altura de los programas vacacionales que estaban para ese momento, convirtiéndose en toda una novedad en la ciudad. Por lo general, los programas vacacionales era una cuestión institucional: Agencias bancarias, ministerios del estado, etc. Pocos programas eran de iniciativa privada, y muchos recreadores tenían en objetivo participar en estos.
Por otro lado, dentro de la comunidad cristiana el período vacacional tenía dos programas básicos durante la temporada de vacaciones: Los campamentos, y en la comunidad: Las Escuelas Bíblicas de vacaciones. Con resultados muy significativos. Hasta el día de hoy son programas banderas de la mayoría de las iglesias.
Como iglesia quisimos explorar el campo de los programas vacacionales, en donde, más que un tiempo de recreación, éstos tuviesen la enseñanza de la palabra de Dios, un poco más interactiva y con otros ingredientes dentro de un programa continuo, en donde la familia fuese parte activa del mismo; entre ellos: Manualidades, videos, mini olimpiadas (Un tiempo precioso de competencias deportivas, con el cual se cierra el programa vacacional), paseos a algunos parques de la ciudad o fuera de ella, piscina, seminarios para los padres, tiempo de recreación y competencia entre padres e hijos, payasos, mimos, baile o coreografías, etc.
El programa vacacional no ha sido gratuito, sino que se cobra una cuota solidaria, de tal manera que contribuya con el presupuesto que implica desarrollar un plan de ese estilo. Obviamente, la matrícula no cubre la inversión, el faltante es el resultado de donaciones por parte de miembros de la ICM, apoyo con especies (refrescos, jugos, juguetes, algunas meriendas) por parte de otras personas o instituciones.
El personal, por lo general son asistentes de la ICM (Iglesia Cristiana Misionera), varios de ellos profesionales (Psicólogos, Psicopedagogas, profesionales de la educación, entre otros.). Otros: Estudiantes universitarios o de secundaria, algunos exglugluvacionistas, hermanos y hermanas de la ICM; en algunas ocasiones hemos contado con el apoyo de otros hermanos y hermanas de otras comunidades cristianas. Todos ellos han trabajado de manera voluntaria, donando su tiempo y talentos como inversión en la vida de los niños y sus familias.
Ha sido un tiempo precioso, muchas experiencias, luchas, recuerdos, victorias, recogidas a lo largo de estos 18 años. Los rostros de niños, hoy adolescentes; adolescentes, hoy universitarios; y hasta jovencitos, que hoy son padres y han hecho llegar a sus hijos para que éstos puedan de igual manera disfrutar de las hermosas experiencias y enseñanzas recibidas en lo algunos de ellos llaman: “Mi programa vacacional”, están presentes en nuestras mentes y corazón.
Hoy, nos encontramos con grandes dificultades para continuar. Usted dirá: ¿Cómo es posible parar algo que ha sido de tanta ayuda a muchos? Bueno, el asunto no está en que queramos suspender el programa, sino que estamos haciendo un llamado de emergencia. Una especia de grito de auxilio. Continuar en este tiempo se nos está haciendo muy difícil, sin embargo, creemos que existe una gran oportunidad para desafiar nuestra fe de nuevo, pero también, para desafiar a quienes creen que podemos seguir invirtiendo en la vida de muchas más personas. Son 18 años.
Usted, ¿Qué piensa? ¿Cree que debemos continuar? De continuar, ¿Cómo cree que pudiera ser parte de este hermoso plan, el cual, creemos que también está en el corazón de Dios?
Nota: La imagen añadida pertenece a las Glugluvacaciones del año 93. Uf.. ¡Qué cambios! Puedes colocar el puntero en ella y agrandarla para ver los detalles.
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